Redacción Iniciativa Laicista
Diversos medios de comunicación nacional han venido denunciando, desde hace varios días, los graves inconvenientes que se producirán como consecuencia de la declaración de día feriado por la visita del papa.
La más grave es la postergación de cirugías y horas médicas en el sistema público de salud, en el que se atienden más de trece millones de habitantes. Unas 600 cirugías serán postergadas en Santiago y 160 en La Araucanía. Muchos usuarios, como ha venido ocurriendo durante años, debieron esperar meses antes de ser citados para una intervención quirúrgica o una hora con un especialista. Aunque la Subsecretaría de Redes Asistenciales ha anunciado que habrá un reagendamiento, sin duda los pacientes deberán esperar muchísimo tiempo antes de ser llamados nuevamente. Esa es la triste realidad de la salud pública en Chile.
En el ámbito de la salud privada, el feriado también afectará a sus usuarios, pues las clínicas han anunciado que las cirugías, las horas médicas y diversos procedimientos se programarán para otras fechas. Los costos de atención para las urgencias, por su parte, tendrán un incremento del 50% el día de la visita papal, como ocurre siempre en días feriados.
Cuando se vaya el papa, la opinión pública deberá analizar si era necesaria tanta parafernalia.