Por André Grimblatt Hinzpeter.-
Durante el mes pasado se realizó en Bruselas, Bélgica, una reunión cumbre del G7 seguida de una reunión cumbre de los países miembros de la OTAN, en la que se esperaba fundamentalmente conocer más a fondo la posición de Joe Biden, presidente de Estados Unidos y de la Casa Blanca; sobre todo, por la situación puntual de esa potencia que no dudó en prometer un apoyo completo al gobierno ucraniano, desde el primer día de la crisis en el Este de Europa; apoyo que rápidamente se transformó en un aporte de algo de dinero y algunas armas defensivas, muy lejos de lo que, en realidad, el gobierno de Estados Unidos había anunciado.