LOS VALORES EN LA ERA DE LAS TECNOLOGÍAS DISRUPTIVAS

Por Roberto Berrios Alvarez

Filosofía de los Valores
Es importante plantear el origen de la Filosofía de los Valores, siendo la axiología una rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores. Son los que dan sentido y coherencia a las acciones humanas, ya que está relacionada con la idea de elección del ser humano por los valores humanos, éticos, estéticos y espirituales, nos preguntamos sobre el origen y la clasificación de los valores y sobre qué tipo de cosa tienen valor.

La reflexión sobre valores y juicios de valor se remontan a Hume, quien se preocupa por la reflexión de los valores morales y estéticos, elaborando una teoría antimetafísica y nominalista de los mismos. En la ética, Hume propone que la razón es “esclava de las pasiones”. Es decir, son los cálculos racionales los que motivan la acción, sino los sentimientos. La moralidad se fundamenta en la simpatía y en la capacidad de los seres humanos, de compartir afectos, lo que abre camino a una concepción sentimentalista de la ética que influyo en autores posteriores como Adam Smith. Hume desarticulo las pretensiones absolutas de la razón, plateaba que el conocimiento humano tiene su origen en la experiencia, los hábitos y el sentimiento, su filosofía invita a la humildad intelectual y a un nuevo modo de comprender tanto la ciencia cómo la moral y la religión.
Para Nietzsche los valores son de preferencias individuales y objetivos que llegan a imponerse en las sociedades como modas. Por lo cual, los valores no son eternos, sino percepciones personales o de grupo, estan muy vinculados a la época y al lugar.

Son varios los filósofos que se dedicaron a través del siglo XX a pensar y a divulgar el concepto de los valore, tales como: Alexius Meinnog, Nicolás Hartmann, Weber, Max, Scheler, Heidegger y, principalmente, Jose Ortega y Gasset relevante en su filosofía de los valores con numerosos textos y ensayos, con vigencia actual, él se refiere a la Estimativa, llamó a la temprana Axiología.

En el presente vivimos un mudo digital, virtual, con tecnologías disruptivas como los Chat de Inteligencia Artificial (IA), los Tweets, en la cual la felicidad está muy vinculada con la convivencia con las redes sociales, se hace muy necesario redefinir una nueva adecuación de los conceptos valóricos.
¿Qué son los valores?

Podríamos dar una aproximación sobre la idea de que son los valores, Ortega y Risieri Frondizi, han titulado sus estudios con esta interrogante. El valor equivale para unos a lo que le agrada, para otros, a lo deseado, y para otros el, objeto de nuestro interés. El placer, el deseo y el interés son estados vivenciales, estados psicológicos; el valor se reduce entonces a meras vivencias. Hartman identifica a los valores con las esencias, pero, por otro lado, los valores no existen por si solos, sí que descansan en algún depositario. Es conveniente no identificar los valores con los principios ni menos con las virtudes; tampoco se debe confundir valores con bienes económicos. En opinión de Frondizzi, ¿las cosas tienen valor porque las deseamos o las deseamos porque tienen valor?, esto es, las cosas valiosas tienen valor por ellas mismas o es de nuestro agrado o interés lo que les confiere su valor. Y esta es la disputa acerca de si los valores son objetivos o subjetivos. El valor será objetivo si existe independientemente de un sujeto o de una conciencia valorativa, a su vez, será subjetivo si debe su existencia, su sentido o su validez a reacciones, ya sean fisiológicas o psicológicas, del sujeto que valora. No existe el valor subjetivo y el valor objetivo puros, con independencia el uno del otro. Sin lugar a duda que los seres humanos tienen valores, y que solo el ser humano es capaz de reconocerlo y servirse de ellos para ir educando su sensibilidad. Son varias las situaciones en que el ser humano, en la observación de un paisaje o un cuadro, proyecta sobre ellos sus valores personales y los recoge de nuevo más enriquecido después de haberse retroalimentado con esos objetos. El hombre que vive y se mueve dentro del valor crece en el valor y comunica valor. No existe un valor sin algo de conciencia.
Los valores son los, principios, cualidades o ideas que comparten la mayoría de los seres humanos respecto a lo que se considera correcto o incorrecto, orientan la acción de los seres humanos que quieren hacer los correcto y lograr ser mejores personas. Los valores son los principios éticos que dan sentido a nuestra vida, orientan la actividad nos ayuda a toma decisiones diariamente, nos permite descubrir nuevas virtudes y defectos, demuestra la clase personas que somos, demuestra nuestro comportamiento ante la vida y las diferentes situaciones que enfrentamos, y finalmente nos ayuda a aceptar y comprender a los demás, facilitando nuestras relaciones interpersonales. Todos los valores persiguen como fin último mejorar nuestra calidad de vida. Presentamos una aproximación clasificatoria:

Morales o éticos: su práctica nos acerca a la bondad, honestidad, tolerancia, responsabilidad, solidaridad, paz, lealtad y amistad, entre otros. Sociales: son aquellos que perfeccionan al ser humano en su relación con los demás, como, por ejemplo, la amabilidad, honestidad. Afectivos: amistad, el amor. Intelectuales: apreciar la verdad y el conocimiento, que perfeccionan al hombre. Vitales: aquellos que se relacionen con la vida física, con las vivencias diarias, con las necesidades básicas, la naturaleza y el bienestar personal. Económicos: proporcionan todo aquello que nos es útil; en el fondo, valores de intercambio mercantil.

La Ética Mínima de Adela Cortina

Parece relevante destacar brevemente la mirada de la ética de Adela Cortina en los siguientes puntos: justicia ciudadanía y cordialidad en tiempo de la pluralidad, este es uno de los más influyentes en la filosofía práctica contemporánea. Todo esto en un entorno de la ética cívica, la cual no solo está orientada a la reflexión teórica, sino a la transformación de la sociedad. En un mundo caracterizado por la desigualdad, el individualismo y la globalización, Cortina propone una ética mínima, cordial y ciudadana, que sea capaz de soportar la convivencia democrática y de promover la inclusión de los vulnerables.
En los aspectos de la ética mínima Cortina plantea que, en las sociedades plurales, no es factible un consenso sobre proyectos de vida buena, pero sí sobre principios universales de justicia. Esta ética mínima, donde no se imponen concepciones particulares de lo bueno, sea de tipo religiosos, ideológicos o culturales, se defiende la necesidad de un constructo ético compartido por todos: el respeto a la dignidad humana, los derechos fundamentales y la justicia. Este planteamiento responde a la urgencia de encontrar consensos en sociedades democráticas, donde la pluralidad es inevitable.

Según Cortina la ética no es un saber abstracto, sino un compromiso con la construcción de comunidades justas. La ciudanía activa es lo central; no basta con ser sujetos de derechos, se requiera también asumir deberes hacia los demás. La época se convierte así en una guía para la participación democrática, orientada al bien común y a la inclusión de los más vulnerables.

La ética cordial de Cortina plantea que también tienen que tener una dimensión afectiva. La justicia necesita ser acompañada por la cordialidad, entendida como la integración de la empatía, la compasión y el cuidado en la vida moral. Reconoce la importancia de las emociones como motor de la acción moral. Esta propuesta plantea que la razón debe dialogar con el corazón para construir sociedades más humanas. Estos tiempos marcados por la indiferencia, este pensamiento ofrece una guía para repensar la convivencia desde la dignidad, la justicia y la solidaridad, donde la persona principalmente tiene que convertirse en protagonista de una ética comprometidas con el bien común para construir sociedades más justas, inclusivas y humanas.
Impacto tecnológico

Una buena forma de presentar estos impactos es mirar casos atractivamente representativos. Por ejemplo, casos en que gracias a los robots la productividad por hora ha aumentado en un 5% anual en los últimos años. Este se amortiza en cinco años. El costo por hora de un robot es de US$8, frente a una media de 25 dólares por hora por parte de un trabajador; podría seguir bajando la hora del robot incrementando esa diferencia en forma importante.

En el libro ¡Sálvese quien pueda!, de Andrés Oppenheimer, cuenta que en un restaurante japonés de la cadena Hamazuchi tiene 66 mesas con cinco comensales cada una, 330 personas atendidas solo por cuatro personas, una cajera para pago en efectivo, para pago con tarjetas están las tabletas digitales. El único que está con tiempo completo es el jefe de local. Lo interesante de este caso es que los sushis son elaborados por robots, reemplazando a los cocineros tradicionales, negocio espectacular por el ahorro en mano de obra, el valor cancelado por cuatro personas es de US$55, un valor bajísimo para Japón. Este robot diseñado por la Cía. Artec cuesta US$19.000, “hace maravillas”; casos similares suceden con la elaboración de pizzas y hamburguesas. También tiene el robot humanoide Peper (de SoftBank Robotics) en sus Restaurant se implementaron a partir del año 2017. El uso principal es asignar mesas y agilizar el servicio al cliente.

En el 2018 se abre el primer supermercado totalmente automatizado en Seattle, en donde no hay cajeros. Se descarga una aplicación de Amazon, se entra al local, se escogen los productos, se acredita automáticamente en la cuenta del cliente, puede salir del supermercado sin mayor trámite. Los grandes supermercados en Chile tienen las cajas de autoservicios digitalizadas, están reemplazando a cientos de cajeros humanos, dejando solo algunas cajas humanas para equilibrar la brecha digital de los consumidores.
Este caso parece ciencia ficción, pero es una realidad. El director del laboratorio de robótica de la Facultad de Ingeniería Mecánica del Instituto Tecnológico de Israel, conocido como Technion, está reinventando la medicina moderna. El doctor Shoham está desarrollando un micro robot del tamaño de un arroz, que podrá limpiar las arterias del cuerpo humano. Cirugía mínimamente invasiva, exploración de arterias o tejidos sin operar al paciente.

Y sin necesidad de ir tan lejos, en una exportadora de frambuesas en Chile a fines de los 80, implementaron la primera cosechadora mecánica de estos frutos; de tener 1.500 personas pasaron a 600 en una temporada. En los puertos de Chile, grúas programadas para trasladar la carga, también para elegirla, trabajaban alrededor de 30.000 personas, hoy solo son 1.000 permanentes y 6.900 eventuales.

Estamos e cuarta Ola, en la era de la Inteligencia artificial aplicadas en distintas tareas, en lo laboral o en la vida personal, uno de los grandes hitos de la vida actual, con importantes debates en cuanto y como usar estas herramientas.

Eric Goles, matemático y Premio Nacional de Ciencias Exactas plantea respecto de las prohibiciones, el cual no es partidario, sino más bien de la educación para aprender a navegar en una sociedad inmersa en esta realidad digital. Expreso que es fundamental entender como que, como toda herramienta, la IA no es negativa ni positiva. Simplemente en un artefacto aún sujeta a las intenciones humanas que hay detrás de esta. Hay que aprender a navegar en una sociedad inserta en los contenidos de las redes sociales. El científico lo deja plasmado en su libro Vida Artificial de Marzo del 2025, donde el aborda estas discusiones. Para Goles, la presunción que la IA es algo “demoniaco” habla más bien de ignorancia. “Son programas, son códigos con enormes matrices de números obtenidas haciendo billones de correlaciones de datos”, aseguró. “No tienen inteligencia, no tiene voluntad. Son moledoras de símbolos y números.
Frente a los eventuales peligros que pudiese existir, tendría su origen de quienes están detrás de cada algoritmo. Depende seres humanos como cualquier persona. Gales plantea que en cualquier caso estamos enfrentado al componente humano de todo lo que tenga relación con la inteligencia artificial, ya que al ser esta una simple herramienta “no te va a chantajear no tiene voluntad propia ni la va a tener.”

El Dr. Román Yampolskiy científico en Ciencias de la Computación y referente internacional en seguridad del IA, expresa que esta avanza a la velocidad de la luz, la cual podría transformar profundamente el empleo y la sociedad en los próximos años, ya que la mayoría de los trabajos serán automatizados, generando consecuencias imprevisibles para la humanidad para que la humanidad no está preparada, sostiene que la capacidad de estas tecnologías para reemplazar las ocupaciones podrían materializarse en un plazo muy corto, en cinco años veremos niveles de desempleo nunca antes visto. Esto no requiere la llegada de una superinteligencia, sino solo del desarrollo de sistemas de IA general capaz de realizar tareas cognitivas y físicas de forma más eficiente y económica que las personas.

Las proyecciones de Yampolkiy estiman y algunos directivos de los principales laboratorios de IA, que nuevas versiones de inteligencia artificial general (AGI) podría estar disponible en 2027, esto generaría la automatización prácticamente de muchas tareas digitales. Para el año 2030, se prevé la llegada de robots humanoides capaces de competir en empleo físicos, como la fontanería o la cocina. Esta automatización también la podríamos ver en profesiones como la conducción, la docencia y la contabilidad, consideradas difícil de reemplazar. Tenemos el caso de Uber con la llegada de los autos autónomos, los choferes quedan estupefactos, ya que pensaban que eran irremplazables. Tenemos actividades creativas. Como la presentación de podcast, podrán ser replicadas por modelos lingüísticos capaces de analizar estilos y preferencias del público.
Soluciones tradicionales de reentrenamiento laboral pierden utilidad. Yampolskiy recuerda que hace algunos se recomendaba aprender a programar como opción de mejora salarial; hoy la IA ya supera a las personas en generación de código y en ingeniería de prompts.

El tema ético presente, el científico no platea el abandono de la tecnología, sino que propone un debate ético y social urgente sobre el futuro de la IA. Para él, la prioridad es que las decisiones sobre IA recaigan en personas con sólidos principios morales y éticos, además de competencias técnicas o empresariales.

Hacia el 2045, la humanidad podría alcanzar la singularidad tecnológica, un punto de inflexión en el que progreso humano de la IA sería tan acelerado que escaparía al control humano. Plantea “no sabemos cómo hacer que sean más seguras, y aun así los más inteligentes del mundo compiten por ganar la carrera hacia la superinteligencia”. Todo esto incrementa el riesgo de perder el control sobre sistema autónomos cada vez más complejos.

Conclusiones

Los nuevos hitos culturales que emergen como consecuencia de esta cuarta revolución industrial, que estamos viviendo, es importante destacar que se debe hacer presente en todo este proceso tecnológico, respecto de la ética y la diversidad, cómo hacemos más humana esta sociedad que está emergiendo. Una forma es influir en crear nuevas políticas de la cuarta Ola Indiscutiblemente, todo este proceso está fuertemente relacionado con la educación del futuro. Esto nos permitirá corregir y evitar la profundización de las brechas existentes.

Es relevante recalcar que las investigaciones científicas, las nuevas tecnologías y nuevos productos, debiésemos adecuarlos en forma creativa con la diversidad y consenso necesario a nuestras realidades y traducirlos en instrumentos pragmáticos para poder resolver nuestros propios problemas. Debiésemos analizar cómo solucionar y reorientar las nuevas funciones que debe cumplir esta masa de trabajadores manuales y cognitivos que serán desplazados, en algún momento, de este proceso tecnológico; la tendencia mundial es la disminución de las horas de trabajo a seis horas diarias. ¿Qué hacemos con los tiempos de ocio? Pasar más tiempo con la familia, mejor y más entretención, reeducarse, estudiar nuevos oficios, nuevas carreras o especializaciones para potenciar el espíritu personal, nuevos oficios o posgrado, insertarse en comunidades sociales para tratar diversos temas de actualidad.
Como comunidad y sociedad, a través de organizaciones civiles, deberíamos ser capaces de apropiarnos de estos tópicos actuales y del futuro, quizá creando organismos especializados, dedicados a estudiar estos tópicos y proponer creativamente las líneas de acción para la vida política, institucional y ciudadana, para enfrentar diversos temas como la creación de nuevos empleos, nuevos talentos, cómo se profundizan las políticas de innovación, las políticas de inversión público-privada, ya que los robots en conjunto con la IA absorberán muchos puestos de trabajo. El Estado deberá asegurar un sueldo mínimo a toda esta masa que quedará desplazada, con lo cual se mantiene la demanda y así equilibrar los procesos económicos. ¿Qué respuestas de política se requieren en el ámbito laboral, la formación para el trabajo y la protección social? Es muy difícil tener las respuestas para todas estas interrogantes.

¿Cuál es el aporte que puede hacer la ciudadanía y nuestros órganos políticos que nos representan para solucionar la controversia del impacto, lo que en algún momento se pensó como un mejorador de la vida? La tecnología al servicio de la vida humana ha pasado a ser principalmente una herramienta para optimizar beneficios económicos a quienes pueden financiarla, dejando atrás a un grupo no menor de trabajadores que no logran saltar la brecha del conocimiento a tiempo o, simplemente, no tienen las oportunidades para desarrollar las competencias necesarias para hacerlo y aprovechar los beneficios. Se producirá más tiempo ocioso o crecerá la masa ociosa disponible y altamente precarizada de trabajadores de mediana, escasa o ninguna calificación técnica.

Incorporar la ética mínima en las empresas transnacionales que son las que controlan el desarrollo tecnológico disruptivo, equilibrando la satisfacción y rentabilidad accionaria, compleja esa solicitud, ya que prima la maximización de utilidades globales.
Tengo fuertes inquietudes en estos tópicos que me convocan. Podría concluir, en este punto, que siendo la ciencia y la tecnología un importante valor, disciplina, liberadora de nuestras mentes, es un instrumento para comprender el mundo y a nosotros mismos, una promesa esencial y natural del desarrollo humano. De ahí la importancia de tener una mirada hacia la sociedad y que seamos capaces de influir en esta ola equilibradamente y en nuevas políticas públicas que se deberán generar que sean más humanistas, democráticas, solidarias e inclusivas.

Tendero. El robot TX SCARA trabaja almacenando bebidas en la sección refrigerada de una tienda de conveniencia FamilyMArt en Tokio, el viernes 26 de agosto del 2022. El robot puede reabastecer los estantes con hasta 1000 botellas y latas por día. (Yuri Kageyama/AP)

* Roberto Berrios, escritor, ensayista, Ingeniero, con un diplomado en Gestión de la Tecnología e Innovación, Diplomado en Filosofía de la Neurociencia Cognitiva de la Universidad Alberto Hurtado. Socio de la Corporación Letras Laicas.

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