Por Julio Zuleta Farías.-
Uno de los grandes problemas, entre otros no menos importantes y que Chile debe enfrentar, es el de la calidad de su educación. Las críticas a la educación provienen desde amplios sectores de la sociedad, como se puede constatar a partir de las protestas de profesores y estudiantes, a lo que hay que sumar las que provienen del mundo político, estudiantes decepcionados y frustrados, especialmente aquellos pertenecientes a los sectores más populares y vulnerables, los que reciben una educación en condiciones de trabajo muy deficitarias tanto para los que enseñan como para los que van a sus aulas a aprender, lo que se hace evidente en la infraestructura de los establecimientos educacionales.