Iniciativa Laicista conversa esta semana con el artista gráfico MAURICIO HUENÚN, cuyo nombre de batalla en el mundo del arte urbano es Pikoenelojo Stencil. Su especialidad –a la que se dedica desde el año 2007– es la técnica del stencil: pintura sobre muros a partir de plantillas. Sus motivos, las imágenes que cuestionan lo que él considera injusto, desigual y opresivo en nuestra sociedad.
Entrevista de Rogelio Rodríguez.
IL.- ¿Consideras que tu obra es un ejercicio estético de inconformismo, crítica y denuncia?
PS.- Considero que plasmar mis obras en la calle es el paso siguiente a lo que realizo en mi taller, que es el lugar donde diseño y corto mis plantillas de stencil. Y la protesta es algo que asumí como postura política desde que inicié mi trabajo gráfico urbano, por tanto mi manifestación crítica es algo inherente al origen de mi obra. En estos meses de confinamiento he abordado algunas temáticas propias del quehacer social a partir de la situación pandémica: la distancia social; la pobreza; el interés financiero y empresarial por encima de la salud de la gente; etc.
IL.- ¿Crees que la pandemia, de alguna manera, transformará la actividad creadora de los artistas, los criterios estéticos, las preocupaciones y previsiones?
PS.- Todo proceso histórico relevante surte efectos en las formas y estéticas del desarrollo artístico. De hecho creo que si así no fuera, la labor y postura del artista resultaría bastante dudosa. Lo mismo opera para la clase política, para los hombres y mujeres de ciencia, para los intelectuales. De alguna u otra forma debemos estar siempre a la altura del conflicto.
IL.- ¿Cómo aprecias el tratamiento que han dado nuestras autoridades gubernamentales a la crisis sanitaria?
PS.- Estimo que el presidente y el ministro de salud deben ser enjuiciados –ni más ni menos que eso. La soberbia con la que han actuado es imperdonable, y esto lamentablemente tiene costes de salud y vidas humanas.
IL.- ¿Qué tipo de sociedad debiera nacer una vez que todo este riesgo epidémico pase y podamos volver a una existencia de mayor normalidad?
PS.- He generado, desde hace mucho, un gran rechazo al concepto “normalidad”. Me resulta largo de explicar porque son muchos los aspectos –creo yo– que deben ser puestos sobre la mesa. No sé exactamente qué tipo de sociedad nacerá después de esta pandemia, y la verdad es que tampoco quiero aventurarme a pronosticar –cual oráculo– el devenir social y político de este extraño tiempo. Sucede, además, que en las pocas ocasiones en que me envuelve un aire de optimismo, doy un vistazo rápido a este loco afán de las sociedades humanas por tropezar, una y otra vez, con la misma roca. Contradictorio es mi pensar, entonces, puesto que así y todo tengo esperanzas.