“Cuando la educación, que es el bien público más importante que debe tener una sociedad, se convierte en una necesidad que no ocupa la prioridad propia de su condición y peor aún, se utiliza para fines particulares o partidistas, es difícil augurar que se cumplan los objetivos trascendentales que tiene.”
1. Usted es Rector del Liceo Osorno College, que tiene un enfoque basado en valores laicos y masónicos. ¿Podría compartir cómo estos valores influyen en el modelo educativo y en el desarrollo de los estudiantes?
Los valores laicos y masónicos están presentes en el proyecto educativo del liceo Osorno College a través de su proyecto educativo institucional y también de algunos elementos que son parte de la cultura y de la vida cotidiana de los estudiantes y funcionarios del colegio. De manera protagónica, esos valores son transmitidos a través del trabajo que se realiza desde el departamento del laicismo ya sea por medio de la asignatura de laicismo y formación ciudadana o del grupo de acción social juvenil laico.
Existen otros elementos más tradicionales como el acto cívico, el trabajo del consejo de curso y el programa de orientación que desarrollan los profesores jefes.
Finalmente, también es importante establecer que en la historia de la institución la masonería ocupa un lugar determinante en la consolidación del proyecto del colegio por ello que el proyecto del liceo Osorno College está plenamente identificado con los valores laicos, con los valores de la masonería y en la ciudad es una institución que se asocia con mucha facilidad tanto al laicismo como a la masonería.
2. Nos conocimos durante el Congreso de Estudiantes del Sur de Chile en octubre pasado, que se desarrolló en su Liceo, al parecer el primero que se ofreció. ¿Cómo les vino la idea de organizar ese evento, y sobre todo de enfocarlo en la relación entre laicismo y mundo sostenible?
La idea del Congreso nace dentro del trabajo y análisis del departamento de laicismo. En ello es clave la figura del profesor Fernando Riveros y del profesor Daniel Sáez. Colaborativamente en nuestro permanente afán de mejoramiento y de búsqueda de herramientas didácticas para abordar pedagógicamente el laicismo, llegamos a la idea de realizar un encuentro que reuniera a estudiantes de varios colegios laicos.
Respecto al mundo sostenible representado por los ODS, su vinculación se dio de manera inmediata debido a la naturaleza y sentido trascendente de dichos objetivos, sin utilizar un lenguaje dogmático o pertenecer a alguna instancia que se sustente en creencias y prácticas monopolizadoras de una verdad única e irrefutable.
3. ¿Piensa que inspiró suficiente entusiasmo en los organizadores, los participantes y sobre todo los alumnos como para repetirlo en los años que vienen, quizás extenderlo a otros establecimientos de educación?
La convocatoria generó muchas expectativas respecto a cómo podemos trabajar el laicismo desde la mirada educativa construyendo instancias de colaboración entre los colegios que asumen los valores laicos como pilares de su proyecto educativo. Además, reconocemos que necesitamos reunirnos para compartir experiencias, y también inquietudes propias del trabajo con los niños, jóvenes y sus familias entorno a la formación valórica a través del desarrollo de conductas y hábitos que den cuenta de un comportamiento ético acorde con las necesidades urgentes que tiene hoy nuestra sociedad.
4. ¿Cuál considera que es el papel del laicismo en la educación en Chile, y qué desafíos enfrenta en la actualidad? ¿Piensa que los conceptos laicos se encuentran en peligro hoy?
El laicismo en la historia de la educación en nuestro país es de una relevancia estratégica a la hora de asegurar las libertades de las personas, de manera especial a lo referido a la exposición de menores a perspectivas doctrinarias. El laicismo en la educación chilena se consolidó a lo largo del siglo XX, especialmente con la creación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria de 1920 y la promulgación de la Ley de Educación Secundaria de 1925, que establecieron la educación como un derecho estatal y se alejaron de la influencia de la Iglesia Católica en el ámbito educativo. Sin embargo, el proceso fue gradual y, a pesar de estas leyes, las instituciones educativas en Chile han sido históricamente influenciadas por la Iglesia Católica.
Por otra parte, creo que hay que ser bien franco: las creencias religiosas particulares de la gran mayoría de las personas, si bien nacen al alero de una estructura familiar, son reforzadas a través de instituciones educativas que tienen como objetivo principal, más que educar, adoctrinar; además, son impuestas en la conciencia de las personas durante la niñez, de la misma manera que el viejo pascuero, el ratón del diente, el cuco, etc, salvo que éstas últimas en algún minuto son desmentidas por la misma familia.
El gran desafío del laicismo en la actualidad es abordar temas concretos que hacen que la declaración de un estado laico sea solo un slogan que en la realidad no se lleva a cabo. Lo resumo con dos preguntas: ¿Por qué un estado laico debe subvencionar instituciones que adoctrinan religiosamente a sus estudiantes? ¿Por qué un estado laico permite que se dicte una asignatura como Religión en los establecimientos de educación pública?
Finalmente, los conceptos laicos como la fraternidad, el respeto a los derechos humanos, la tolerancia, el libre examen, por nombrar a algunos, están en franco peligro ante una sociedad que transita entre discursos cada vez más autoritarios, antidemocráticos, doctrinarios cargados por una idea de supremacía moral que no da espacios a los valores que el laicismo promueve.
5. ¿Cree que el sistema educativo está preparado para afrontar debates éticos contemporáneos como la identidad de género o la ética digital?
Siento que los jóvenes están con más posibilidades de estar preparados que el sistema educativo. Este último está secuestrado por una estructura curricular que, espero, se pueda actualizar acorde a las necesidades del siglo XXI en los próximos procesos de ajuste. El sistema educativo es una suerte de enclave estratégico de los dogmas religiosos que como efecto tiene la práctica de tradiciones que se incrustan en el inconsciente de los niños distorsionando el proceso reflexivo en el camino de la búsqueda de la verdad. Por lo tanto, el laicismo está en una franca desventaja a la hora de buscar promover sus valores en el plano educativo. Sí, se puede reconocer que en los últimos 30 años se han desarrollado muchos procesos que intentan abordar el debate ético frente a estos temas y que hay avances, pero lleno de resistencia y también de abusos o distorsiones en la búsqueda por lograr metas reales para estos debates. Al menos se conversa y eso ya es una apertura, pero falta.
6. ¿A qué causas atribuye Ud. la decadencia de la calidad educativa en Chile?
Es un reflejo de la decadencia de la sociedad chilena y mundial. Transitamos por una época que a pesar de una aparente armonía esconde una turbulenta crisis ética y moral que promueve una serie de conductas reñidas con la virtud y los más nobles ideales que la humanidad ha buscado como la justicia, la verdad, la igualdad. Hoy la influencia de los medios de comunicación ensalza y valida la ignorancia, la superficialidad y la violencia. Es solo cosa de ver los reality, los video juegos o la música urbana, que son validados como productos de consumo sin importar su profundo vacío de contenido; lamentablemente, no son motivos de vergüenza, sino que, al contrario, pareciera que son una propiedad que da estatus. He leído por ahí un slogan que lo grafica muy bien: La ignorancia vuelve a dar vergüenza.
7. Desde su perspectiva, ¿cuáles deberían ser las competencias de egreso que un estudiante necesita para enfrentar los desafíos del siglo XXI?
Lo primero que se me viene a la mente es la autonomía y con ella vienen adosadas una serie de habilidades que son sustrato para lograrla y que están profundamente ligadas al laicismo como la empatía, el libre examen, la libertad de conciencia. Lo anterior también podría relacionarse con lo que hace años se viene planteando como “inteligencia emocional”; el exceso de racionalismo podría no estar respondiendo a un elemento fundamental del ser humano como lo son las emociones. No podemos pretender que el mundo sea un espacio mejor para la humanidad en la indolencia y el caos.
Por otra parte, es tanta la información a la que hoy se ve enfrentada una persona que se requiere urgente el desarrollo de pensamiento crítico; promover el cuestionamiento frente a los actos comunicativos como un ejercicio analítico, no sólo del contenido, sino de lo que se dice sin decirlo, de las intenciones de los emisores, de la percepción y de las expectativas del receptor; cómo ser capaces de reconocer que las verdades que muchas veces se sostienen como irrefutables tienen múltiples espacios para la divergencia, que cada construcción comunicativa tiene una historia que ha permitido que eso suceda.
8. ¿Cuál es su opinión de la decadencia de la meritocracia en la designación de directores de buena calidad para los colegios públicos, lo que influye cada vez más en la calidad de la educación en Chile?
Cuando la educación, que es el bien público más importante que debe tener una sociedad, se convierte en una necesidad que no ocupa la prioridad propia de su condición y peor aún, se utiliza para fines particulares o partidistas, es difícil augurar que se cumplan los objetivos trascendentales que tiene. Es cierto que se ha avanzado y que hoy existen instituciones y procedimientos que han apuntado a mejorar la calidad de diversos aspectos de la educación como lo es la designación de directores; quizás faltan herramientas de gestión que motiven a los buenos docentes a asumir esta responsabilidad.
Mi padre me compartía su opinión respecto a la calidad de los candidatos a Gobernadores de las últimas elecciones y expresaba que la gente capaz e inteligente, que podría asumir esa particular tarea, ya no se ofrece porque el contexto es tan complejo que desanima. Algo parecido, creo, a lo que sucede con los concursos de directores.
Hoy los derechos han sobrepasado los deberes, sin desconocer la importancia fundamental de los primeros; ¿pero ¿cómo vamos a fomentar el mérito que conlleva el esfuerzo, si existe un discurso que promueve el recibir lo máximo posible a cambio de nada? Hay excepciones por su puesto, las que espero se conviertan a corto plazo en la norma.
Conclusión.
Conversaba con Fernando y Daniel, Colegas del Colegio, respecto al Laicismo en el proceso de formación de los estudiantes. En un momento reconocimos que el ser humano necesita tener referentes, santos, ídolos, super héroes, algo o alguien que los inspire. El Laicismo carece de ese componente o si lo tiene es muy particular y exclusivo; por tanto, llegamos a la idea que es necesario ponernos la capa y el antifaz, movilizarnos a buscar a todos esos super héroes que están escondidos y que creen en la justicia, la igualdad y la libertad, promover un despertar de una nueva conciencia que se convierta en emblema inspirador para los jóvenes.
Autora Artículo: Sylvie Moulin
Profesora, traductora y escritora. Doctorado en Estudios Ibéricos e Iberoamericanos y Master en Literatura Comparada, Universidad de Paris IV-Sorbonne. Docente por 12 años en Estados Unidos. Autora de varios libros de crónicas y cuentos.
Luis MUÑOZ BARRIGA es Rector del Liceo Osorno College, profesor de Español y Orientador. Magister en Educación. Magallánico-Penquista, lector compulsivo, melómano, coleccionista de libros, corbatas, discos y datos curiosos, cinéfilo, Dj ocasional.