La Real Academia de la lengua española nos entrega al respecto muchas definiciones para abrir la discusión, veamos algunas de ellas:
.- En la religión católica, la fe es la primera de las tres virtudes teologales, asentimiento a la revelación de Dios. La Biblia nos dice en Hebreos 11: 1 que “Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Esta es la descripción de la fe sobrenatural. Según la Iglesia Católica la fe de las personas no se debe a que las “verdades de fe” sean inteligentes, sino porques es una gracia de Dios, quien la otorga a sus fieles.
.- Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.
.- Seguridad, aseveración de que algo es cierto.
En la fe se ven 2 etapas, la primera es la fe para intentar algo, proyectar un camino, en la segunda etapa tenemos la fe para hacerlo y cosechar los frutos.
En los momentos que vive esta civilización occidental se observa una crisis de fe. Por una parte, las religiones y especialmente la católica apostólica Romana, sufre de una pérdida persistente de creyentes, a la que se agrega falta de interés de la juventud por formarse como sacerdotes, o sea ingresar como seminaristas. También se observa una disminución de la fe en las instituciones públicas, como también en general en las personas.
Según Pew Research Center (Centro de investigación de expertos con sede en Washington), en el mundo hay 4200 religiones, de las cuales casi un tercio son cristianas, sin embargo, la religiosidad en Europa ha ido disminuyendo; en tanto musulmanes y librepensadores aumentaron (año2015). El islam es la religión de mayor crecimiento en el mundo (pese a estar estigmatizada por ser la fe de los terroristas Al Qaeda Isis y otros). Su media de edad es de 24 años, o sea en plena zona de fecundidad, aunque no se garantiza que todos sus hijos tengan que ser musulmanes. Por otra parte, ocho de cada 10 estadounidenses creen que la religión está perdiendo influencia en la vida pública.
Hechas estas aclaraciones idiomáticas, conceptuales y de tendencias en el mundo actual, convengamos en que la fe es importante en la vida de los seres humanos y así ha sido durante toda su historia. Desde los pueblos más primitivos conocidos en la arqueología se han visto señales que tenían creencias, que después evolucionaron como religiones y finalmente como instituciones legales y con territorios propios como iglesias, mezquitas, templos, etc. Psicológicamente el ser humano necesita certezas que contrarresten las dudas de la existencia. La fe en algo pareciera que da tranquilidad y seguridad, que permite la acción individual y de su sociedad con más confianza en su futuro y en su desarrollo.
Mantener viva la fe (con sus particulares creencias) para los no religiosos requiere de preparación diferente comparado con la fe de los religiosos, porque estos creen mantenerla viva con la fuerza de la oración, la meditación principalmente y la convicción en Dios; en cambió para un laico la fe se mantiene y crece por el estudio, la racionalidad en la acción, la objetividad, todo lo cual les da más seguridad para alcanzar el éxito buscado.
La fe está presente en nuestra conciencia, en la religión católica, Dios nos la asigna, o nos la da (en 2 Pedro 1:1 dice: “A los que se les ha asignado, en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo). En los laicos, librepensadores, o aquellos sin religión reconocida, la fe ( en este caso no en un dios) tiene que construirse en base a las capacidades personales, perfeccionadas poco a poco, así se va construyendo con su verdad, de ese modo se puede tener la seguridad en el éxito, es la fe en los logros. Para la religión católica la fe está manifestada incluso por sobre la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad. Este es un punto de mucha divergencia entre los creyentes y los no creyentes.
Hay 2 términos que se parecen: fe y esperanza. Para los religiosos la fe se basa en la realidad del pasado, la esperanza se refiere al futuro “Sin fe no hay esperanza”, ambas se complementan. Para los no religiosos la fe debe estar en el hoy, construida con estudio y verdad, para proyectarla al futuro como esperanza.
Hoy en el mundo
La fe propicia una forma de comportamiento, determina criterios y motivaciones que, sumados ,nos entregan características medibles con las herramientas de las ciencias sociales, y podríamos decir que hay una creación colectiva con un sello propio a ese grupo social.
En nuestro siglo XXI los grandes y sorprendentes avances de la ciencia y la tecnología, presentan nuevos desafíos y una renovada mirada de los valores axiológicos, incluidos los principios éticos y la fe en todos sus contextos. El hombre tiene ahora respuestas científicas a hechos que antes solamente eran respondidas teológicamente, lo cual para la nueva mentalidad de las personas no bastaría. Tal vez este aspecto sea uno de los factores de la pérfida de fe en las religiones en general. El libre albedrio, que permite a cada ser humano construir sus creencias y su ética de modo autónomo e independiente de la sociedad, es ahora más determinante que en siglos pasados donde “el camino propio”, no era permitido por las religiones preponderantes. Pero, este camino propio, esta construcción individual no debe significar que siempre lo alejará de una creencia teísta, también puede ser entendido que, para muchos, fue la forma como llegaron a creer en un dios y adherir a una religión. Solo cabe señalar que ahora las personas tienen la independencia para adherir a una fe religiosa sin la coacción de antaño, lo que valora más la calidad de su creencia construida a la luz de su libre albedrío.
“Con la ciencia y la tecnología aparecen nuevos problemas que suscitan también la aparición de nuevos valores. La creación de valores consiste en descubrir, reconocer y evaluar la exigencia ética tal como se manifiesta en situaciones objetivas concretas. De esta manera, la intención de las normas es el resultado del encuentro de la intención ética fundamental y las situaciones novedosas originadas por los avances científicos y tecnológicos. Lo esencial es el esfuerzo de la conciencia ética cuando descubre situaciones de significación axiológica y reflexiona acerca de sus consecuencias relativas”.(Moisés Ladrón de Guevara, ética, ciencia y tecnología, ver bibliografía)
En Chile el INE entrega los siguientes datos: el 41% (57%) (INE 2017 y entre paréntesis para comparar con datos de La Encuesta de investigación IPSO 2023), de los habitantes reconoció su pertenencia a la religión católica, un 13% (9.4%) reconoce ser de alguna rama del protestantismo principalmente evangélicos, en tanto los que no reconocen ser religiosos alcanzan un 29% (31%). Esta empresa en su informe “Religión Global 2023” , entrevistó a 19.000 personas de 26 países y señala que en Latinoamérica el promedio de cristianos es de 69% , siendo el más alto como región a nivel mundial, en Norteamérica es 53% y Europa 48%. Chile lidera el informe como el país con menos adherentes.
Es interesante observar que en Chile los adherentes al cristianismo son mucho más entre las personas sobre 50 años (68%), en tanto en los menores de 35 años es del orden del 49% : o sea que las nuevas generaciones son menos religiosas. ¿Será esta una tendencia ?. Para un creyente es importante la ceremonia de rendir culto y los chilenos en un 47% dicen hacerlo fuera de las iglesias en la intimidad de sus vidas, un 20% lo hace regularmente en los lugares de culto de sus respectivos credos.
El Director de proyectos públicos de Ipsos, señor Pablo Alvarado, comentó en su informe que se observan importantes diferencias según la orientación política de los entrevistados “… por un lado, en las personas que se definen de derecha (derecha y centro derecha) un 72% se identifican como cristiano, mientras que entre quienes se definen de izquierda (izquierda y centro izquierda) esta cifra cae a un 54%, hay aquí una diferencia de 18 puntos porcentuales), pudiéndose observar una brecha todavía más grande en los polos, es decir, entre quienes se definen directamente de derecha o de izquierda (excluyendo a quienes se definen como centro derecha y centro izquierda), donde la brecha crece a 35 puntos porcentuales. En lo que respecta a los chilenos sin orientación política, que son un tercio de los entrevistados, un 53% se identifica con el cristianismo siendo un porcentaje levemente inferior al promedio nacional«.
Estas palabras nos dejan abiertas algunas preguntas.¿ La derecha política cree que la religión, como institución, resguarda mejor sus intereses ?.¿Sólo es la consecuencia de la tradición histórica?
Al menos en el mundo occidental al cual pertenecemos, la religiosidad va disminuyendo. Hay varios argumentos que pretenden explicar este declinar. Se ha visto que la mejor situación económica, el mayor poder adquisitivo para mejorar el nivel de vida ha creado más confianza en las capacidades propias y la gente siente que su pertenencia a una religión – la católica en nuestro país latinoamericano- cobra menos importancia. Es un hecho cierto que la religión católica durante su historia no ha estimulado la educación para salir del pantano de la pobreza, (recordemos la larga Edad Media y el analfabetismo de más del 95%) más aún se le acusa de haber incentivado la ignorancia porque ello estimulaba aferrarse a una fe religiosa, como único camino de salvación. En nuestros países latinoamericanos la iglesia católica va perdiendo a sus fieles, pero es aquí necesario hacer una disquisición: una es la fe y la comunicación directa con un ser superior -Dios- la que puede mantenerse sin deterioro en la intimidad de cada ser, la otra es la pertenencia a una Iglesia con todos sus ritos, como la presencia de fieles en las misas, por ejemplo. Entonces, tenemos que la iglesia como institución se ha distanciado de sus feligreses, probablemente por sus propios errores. Fe y religión, íntimamente unidas y entrelazadas en la vida cotidiana de las personas puede ahora -en el siglo XXI- tomar caminos distintos para su expresión. Para muchos ya no es indispensable asistir a un recinto religioso establecido y público, como una iglesia, mezquita o sinagoga, para expresar la fe religiosa. La idea de” la salvación” pareciera que ahora no pasa necesariamente por la iglesia y su liturgia.
Otros hechos importantes han sido los errores de las iglesias (católicas y protestantes) largamente expuestos en los medios de comunicación debido a los escándalos de pedofilia y abuso sexual conjuntamente con la homosexualidad, que en este siglo recién han venido a salir a la luz pública debido a la emancipación de la mujer, las mejores redes sociales, el periodismo de investigación y la justicia civil que se ha atrevido a hacer los juicios que en el pasado era imposible por la unión entre Estado y Religión.
La fe no es patrimonio de una religión, en el mundo alrededor de 10% de librepensadores y de ateos (no son lo mismo) pueden tener fe, de hecho, la tienen, solo que no la expresan a través de una religión. Se ha dicho que “la ciencia es la religión de nuestros tiempos”. Desde Copérnico, Kepler y Galileo se inició en el mundo una forma de ver al hombre y el universo desde el ángulo de la física, la química, la astronomía y otras ciencias que empezaron a evolucionar. Con la investigación científica y la conocida “duda metódica de Descartes”, fue posible encontrar otras respuestas( o aproximaciones) a la gran incógnita de “de dónde venimos, quienes somos los hombres, para donde vamos”. En muchos momentos la ciencia ha dado respuestas muy distintas a las incógnitas que la religión las había respondido con dogmas -que impedías cuestionarla- u otras explicaciones no comprobables en esos tiempos. Por tanto, el hombre sigue con la necesidad de creer en algo superior.
Los librepensadores deístas, pueden creer en una energía, una fuerza -o algo superior y organizador del universo- sin formas antropomorfas, ellos se basan en su propia fe y la condición de “hombre perfectible” para tener la convicción de que lo que están haciendo se coronará con el éxito -que con educación y preparación racional ante los desafíos de la vida- podrán lograr sus metas propuestas. El ateo que no cree en la existencia de ningún tipo de dios tendrá fe en sus capacidades y a ellas se aferrará para conseguir sus logros en la vida.
Los derechos ciudadanos en orden a profesar una fe religiosa y la libertad de asistir a una iglesia, participar de sus ritos, como así mismo adquirir textos afines, es indudablemente un derecho que en todo país civilizado debe resguardarse en su Constitución y las leyes de la República.
No obstante, ¡hay un pero¡
De ese mismo derecho también deben gozar las personas sin fe confesional. Las leyes tienen que, con igual fuerza, resguardar el libre albedrío de aquellos que no reconocen ninguna confesión, ni menos la religión que en ese país eventualmente sea la mayoritaria.
Definitivamente la religión ocupa una parte importante de la organización social de una nación, por tanto, debe haber reglas claras para que todas las personas puedan relacionarse en este tema de una manera libre y respetuosa.
¡Pero hay más ¡
Si bien es cierto la libertad de religión es un derecho de cada individuo, la tolerancia es un valor muy importante de la sociedad toda, para que unos no avasallen a los otros. Se debe garantizas a las minorías el respeto irrestricto por parte de quienes son mayoría, o porque tienen eventualmente influencia sobre el poder político o económico.
Bibliografía consultada.
.- https://protestantedigital.com/kairos-y-cronos/10186/sociologia-y-fe-cristiana
.- Google, Wikipedia.
.- Diccionario de la lengua, Real academia española
.- www.ine.gob.cl .https://www.google.com/search?q=ine+2017+porcentage+religioso+en+chile&sca_esv=3743d8ab6bf34ebe&rlz=1C1ONGR_esCL1089CL1089&sxsrf=ADLYWIJc_8qHsNZa3-QD3T4LkO8ohyFIaw%3A1717866073663&ei=WY5kZqiUKIa85OUPzemBmAY&oq=ine&gs_lp=Egxnd3Mtd2l6LXNlcnAiA2luZSoCCAAyBxAjGLADGCcyChAAGLADGNYEGEcyChAAGLADGNYEGEcyChAAGLADGNYEGEcyChAAGLADGNYEGEcyChAAGLADGNYEGEcyChAAGLADGNYEGEcyChAAGLADGNYEGEcyChAAGLADGNYEGEcyDRAAGIAEGLADGEMYigVIpBhQAFgAcAF4AZABAJgBAKABAKoBALgBAcgBAJgCAaACCpgDAIgGAZAGCpIHATGgBwA&sclient=gws-wiz-serp
.- Moisés Ladrón de Guevara, Ética, ciencia y tecnología, Red de bibliotecas virtuales de ciencias sociales, https://dialnet.unirioja.es
Autor Artículo: Edgardo Hidalgo Callejas
Fue director de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Chile (1990-2000), Profesor de la Escuela de Danza de la Universidad de Chile (1968-1996), Consultor de la Oficina Panamericana de la Salud y Fundador/Primer Director de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Concepción. Es autor de varios libros: El movimiento es vida (2014); La libertad ¿somos libres realmente? (Ensayo filosófico valórico, 2019) y La historia cómo yo la viví (septiembre, 2021). Miembro del equipo editorial de Iniciativa Laicista.