Por André Grimblatt Hinzpeter.-
Desde hace ya más de un año, escuchamos hablar de una institución militarizada que no responde a ningún país ni deja ver con transparencias sus objetivos, ni su misión, ni su visión, ni sus valores. Pareciera ser una verdadera empresa cuyo fin es exclusivamente comercial, a pesar de que su único cliente, según nuestras investigaciones sería, hasta el momento, el gobierno de la Federación Rusa.