Sylvie Moulin
Con Louise Labé estamos iniciando una serie de artículos dedicados a mujeres que marcaron la literatura francesa. Algunas no recibieron – y todavía no reciben – el reconocimiento merecido, sin embargo, sus aportes fueron esenciales para la evolución no solo de la literatura, sino de la condición femenina. Este tema me parece particularmente adecuado en un momento en que, a pesar de los tremendos progresos realizados a lo largo de los siglos, el progreso del estatuto social y cultural de las mujeres sigue marcando paso en varias partes del mundo, y a veces surge en estado de regresión en sectores donde parecía resuelto.
Contexto histórico
El Renacimiento es un periodo caracterizado por aspiraciones nuevas, en reacción contra el ascetismo, el misticismo, y el estilo de vida de la Edad-Media. Es el tiempo de los grandes viajes, del descubrimiento de nuevas tierras, de la invención de la imprenta y de la construcción en Francia de asombrosos castillos inspirados por la arquitectura italiana. Sin embargo, esa época del desarrollo del humanismo y la escolástica y de la enseñanza del latín, está oscurecido por las guerras de religión, durante las cuales la oposición entre católicos y protestantes toma un aspecto de guerra civil.
En Francia, la literatura está marcada por François Rabelais, humanista anticlerical y librepensador, conocido por su manejo de la parodia y la sátira, Michel de Montaigne, filósofo y moralista poliglota, y dos grupos de poetas: la Pléyade, por un lado, donde sobresalen Pontus de Tyard, Pierre de Ronsard, Joaquim Du Bellay y Etienne Jodelle, y la Escuela de Lyon, menos conocida pero que se destaca por aceptar a mujeres, en particular Perette du Guillet y Louise Labé. Los poetas del Renacimiento rompen con la poesía medieval expresándose en francés e imponiendo el alejandrino, la oda y el soneto.
Se sabe muy poco de la vida de Louise Labé, salvo por el testamento que redactó un año antes de su muerte. También llamada “la Belle Cordière”, nació aproximadamente en 1524 en Lyon y murió el 25 abril de 1566 en Parcieux-en-Dombes, donde está sepultada. Su obra es muy breve y se compone de un Debate de Locura y Amor, tres Elegías y veinticuatro sonetos sobre el amor y los sufrimientos que provoca, desde una perspectiva femenina. Ignorada por un largo tiempo, sus escritos fueron redescubiertos en el siglo XIX y están ahora ampliamente publicados.
Pasó toda su vida en Lyon, ciudad famosa en aquel entonces por ser una conexión entre Italia y Francia, y por lo tanto urbe autónoma, ampliamente visitada por los reyes, y de gran potencia económica. Su ubicación a la confluencia del Ródano y del río Saona le permitía ser una localidad esencial en el comercio de tinturas y papel, y por lo tanto la segunda ciudad después de Paris para la imprenta, así como un lugar de numerosas librerías y salones, y un punto clave para el desarrollo de la vida intelectual y las ciencias.
El padre de Louise Labé era cordelero, casado con la viuda de otro cordelero prospero. Había cambiado su nombre nativo de Pierre Charly por el apodo del primer marido de su esposa, L’Abbé (El obispo). Cuando ella falleció, se casó de nuevo y de ese matrimonio nació Louise y su hermano, François.
Louise Labé llevaba el apodo de “Hermosa cordelera” por el trabajo de su padre, y luego de su marido, Ennemond Perrin, hombre de gran fortuna, pero mucho más anciano que ella. Esa fortuna le permitió a ella dedicarse a su pasión por la literatura y la música (tocaba el laúd), aprender idiomas y practicar la equitación, además de manejar todas las “artes femeninas” (costura, bordado, etc.). Esa formación amplia y múltiple era necesaria para poder lucir y destacarse en un círculo donde dominaban los hombres.
Su controvertida historia
Labé escribió en tiempo de los debates que estiman la lengua francesa en oposición al latín y de la poesía basada en la valoración del amor y de la mujer (en los cuales se distinguen Ronsard y Du Bellay). Todos los escritos de ella se enfocaban en la perspectiva femenina del amor y se creó rápidamente enemigos por su rehabilitación de la mujer emancipada. De hecho, recibió en varias oportunidades el sobrenombre de “nueva Sapho lionesa”, por el tono erótico de sus creaciones. Pequeña anécdota: como consecuencia de la reputación compleja que heredó por su libertad de espíritu erróneamente interpretada como libertad de costumbres, existe en Lyon une “calle La Belle Cordière” pero ninguna “calle Louise Labé”, y se le negó su nombre a un liceo de niñas de buena clase.
Sigue hasta el día de hoy la duda sobre la existencia real de Louise Labé, duda que descansa en una consideración sumamente básica: ¿cómo una plebeya como ella, en el siglo XVI, pudo acceder a su nivel de cultura? En realidad, esto se puede justificar simplemente por su lugar de origen, ya que no era tan insólito esa difusión de cultura en Lyon (al contrario de Paris) en aquella época, por influencia de la comunidad italiana. Sin embargo, en 2006, Mireille Huchon, profesora de la Universidad de Paris-Sorbona y especialista del siglo XVI, publicó un trabajo donde presenta a Labé como una “invención” creada a partir de un grupo de poetas de la escuela de Lyon siguiendo a su líder Maurice Scève. (Huchon, 2006) Otro universitario, Daniel Martin, trató de refutar esa tesis en un artículo impactante publicado el mismo año: “Louise Labé est-elle une créature de papier?”. (Martin, 2006). Si Huchon calificaba a Labé de “empleo femenino” inventado por un grupo de poetas de Lyon, no presentaba ninguna prueba formal para apoyar su tesis. Además, publicó esto justo cuando grupos de literatura feminista en Canadá y Estados Unidos habían adoptado a la figura de Louise Labé para su bandera, como si su trabajo fuera una contra reacción. En 2019, Huchon retomó su posición sobre Labé en el libro Labérynthe.
Los conflictos resurgieron en octubre de 2021, cuando publicaron las obras completas de Labé en la Biblioteca La Pléiade de Gallimard. La Pléiade es una colección muy prestigiosa, extremamente selectiva, reducida en número de ejemplares y de alta calidad (tapa de cuero, impresión en papel biblia y corte dorado con oro fino). Pocos escritores logran ser publicados en La Pléiade durante su vida, y en general se trata de obras abundantes. En el caso de Labé, las controversias se basaron no solamente en las dudas sobre su existencia sino en el hecho que su obra se reduce a 664 páginas. Anécdota curiosa: la misma Mireille Huchon fue la persona encarga de la edición.
Una obra concisa pero impactante
Debate de Locura y Amor Débat de Folie et d’Amour
En una perspectiva similar al Banquete de Plato, este texto presenta un debate entre Amor, Locura, Venus, Júpiter, Apolo y Mercurio. Júpiter da una cena al cual llegan Amor y Locura, y cada vez que uno trata de entrar el otro se lo impide. Amor se enoja y Locura discute con él sobre el derecho de preeminencia. Llega al punto que Amor trata de pegar un flechazo a Locura y ella, para imponérselo, se pone invisible y le aplica una venda en los ojos. Amor se queja de ese maltrato con Júpiter y éste pide la opinión de Apolo y Mercurio. Finalmente, Júpiter se dirige a la asamblea de los dioses para que pronuncien una sentencia.
En ese “debate” original, Labé propone dos conceptos del amor, uno universal, representado por Apolo, y uno individual, más realista, que acepta la realidad como es, ilustrado por Mercurio. Mientras Apolo se enfoca en el nacimiento del amor y lo presenta como una condición necesaria al conocimiento de uno mismo y de los demás, Mercurio lo ve como una competencia más que como un acto de solidaridad. Al final, Labé presenta una nueva visión del amor, desmitificada, basada en la aceptación del deseo y alejada de la concepción tradicionalmente asociada a la perspectiva femenina.
Elegías
Las tres Elegías presentan tres momentos del amor: la Elegia I corresponde al amor a primera vista, el innamoramento, y se dirige a las damas; la Elegia II expresa el dolor de la pasión, y se dirige al amigo ausente; y la Elegia III muestra la transformación de una pasión pasada en expresión poética.
Estas Elegías, al igual que todas las creaciones de Louise Labé, hablan del amor, pero también de la literatura. La amante se transforma en poetiza y canta su dolor, consiguiendo así su gloria: la gloria de la amante y la de la mujer que experimenta la tentación de escribir se vuelven inseparables. Además, Labé junta la dificultad de escribir para la mujer con su limitante estatuto social; alienta así a las mujeres a superar su imagen tradicional y hacer escuchar su voz en un momento en el cual todavía no tienen mucha posibilidad de hacerlo.
24 Sonetos
El soneto, forma poética creada en Italia probablemente por Giacomo da Lentini e ilustrada por Dante y Petrarca, fue adoptada en Francia por los poetas de La Pléyade (sobre todo Du Bellay y Ronsard) y La Escuela Lionesa.
Eso veinticuatro sonetos publicados por primera vez en 1555 y de nuevo en 1556, constituyen la totalidad de la obra poética de Labé. El primero está escrito en italiano y endecasílabos, los veintitrés siguientes en francés y decasílabos. Los siguen veinticuatro poemas sin firmas (“Escritos de diversos poetas”), pero acompañados de anagramas o divisas permitiendo identificar sus autores, todos dedicados a Labé. Uno en particular se dirige a la “Belle à soi”, anagrama de Louise Labé (Martin, 2006).
Claramente inspirada por Petrarca, Labé enfoca todos los sonetos en el amor y las artes: para ella, vivir es amar y amar es escribir. Igual que las Elegías, van siguiendo la evolución del sentimiento, unos evocando el enamoramiento, otros la pasión y el placer físico, otros el sufrimiento que resulta de ésta, o porque llega la traición, a través del flechazo y el veneno, o porque termina la pasión, o porque no está compartida, acabando en una sensación de soledad y abandono.
Punto clave en los sonetos de Labé: nunca separa amor y cuerpo, y escribe con una total ausencia del sentimiento de pecado. Por ejemplo, en el soneto XVI sobre el beso que la hace vivir y le insufla energía, en ningún momento el cuerpo se considera como inferior al corazón. Se aleja en eso del concepto cristiano de la carne pecadora; el cuerpo solo es lo que permite el placer y la fusión con el ser amado. Además, su expresión es muy púdica – mucho más que otros autores de su siglo-, lo que hace ridículo limitarla a una escritora libertina. Pero esos sonetos no se pueden entender sin el prefacio que los acompaña.
Epístola Dedicatoria
En el prefacio, o Epístola Dedicatoria, Labé muestra que no habla solamente del placer amoroso, sino que es una mujer que busca la investigación personal para descubrir una verdad interior. Es quizás el texto más impactante y feminista de toda su producción, porque enfoca directamente la perspectiva de la igualdad de sexos. Dedicado a Clémence de Bourges – otra figura de la Escuela de Lyon-, se divide en tres partes: una reivindicación feminista que destaca la equivalencia de hombres y mujeres que pueden recibir educación; una presentación de su poética en la cual reflexiona sobre el acto de escribir; y una parte donde defiende su obra y llama a la indulgencia del destinatario. Esa Epístola ya concibe un programa de educación humanista y de intercambios literarios, siempre con igual participación de hombres y mujeres.
Labé llama entonces a la emancipación de las mujeres y a su solidaridad entre ellas:
“Ya que llegó el tiempo, señorita, en que las severas leyes de los hombres no prohíban más a las mujeres de aplicarse a las ciencias y disciplinas, me parece que las que tienen la comodidad deben usar esa honesta libertad, que nuestro sexo ha deseado tanto en el pasado, de aprender, y que muestren a los hombres el daño que nos hacían al negarnos el honor que podíamos sacar de eso. Y si alguien llega al nivel de poder expresar sus ideas por escrito, tiene que hacerlo con mucho cuidado y no despreciar la gloria sino adornarse con ella como si fuera joyas y ropa suntuosa… “
Luego pide a las mujeres que eleven sus mentes encima de sus ruecas y husos, y que gocen del placer de escribir, placer resultando del hecho que la creación permite revivir el pasado y por lo tanto sentir el placer dos veces. Su posición en eso es moderna y sensata, porque deja bien claro que reivindicar el derecho a la cultura no significa dejar de ser dueña de casa o madre. Se trata más bien de combinar todo para superar la condición femenina tal como está en aquel entonces, con el fin de que los hombres puedan rivalizar con ellas.
Injustamente olvidada, desconocida o mal interpretada por varios siglos, Louise Labé marcó el inicio de una larga trayectoria femenina y feminista en la literatura francesa. Su producción poco voluminosa pero asertiva, la claridad de sus aserciones y la elegancia de su expresión le permitieron destacarse en un contexto literario donde las mujeres ingresaban tímidamente. En eso, el hecho de haber nacido en Lyon y no en Paris seguramente jugó en su favor y le permitió atreverse en sendas todavía complejas. A cerca de quinientos años de su nacimiento, Louise Labé sigue inspirando debates y controversias, sobresaliendo siempre más en el ámbito poético del Renacimiento.
BIBLIOGRAFIA
Œuvres complètes de Louise Labé. 2021. Bibliothèque de La Pléiade. Edition de Mireille Huchon.
Mireille Huchon. Louise Labé une créature de papier. 2006. Editions de La librairie Droz.
—– Labérynthe. 2019. Ediciones Pu Paris-Sorbonne.
Daniel Martin. “Louise Labé est-elle une créature de papier?”. Réforme, Humanisme, Renaissance. 2006, 63, pp.7-37.
Tant que mes yeux (Documentaire TV). 1979. https://www.youtube.com/watch?v=XOTwrPaYRN8