Hace poco más de un año, la Corte Suprema de Oklahoma, en EE.UU. ordenó retirar un monumento basado en los Diez Mandamientos judeo-cristianos, que estaba instalado frente al Capitolio estatal, por violar la Constitución de ese Estado.
En algunos lugares de Europa, de manera similar, han debido tomarse acciones judiciales del mismo tipo, ante demandas en favor de la laicidad que debe existir en el espacio público.
Hace unas semanas, el Consejo de Estado francés determinó que los edificios públicos no pueden ser utilizados para emplazar pesebres navideños con alcance religioso, y solo pueden ser instalados en razón de alguna representación de tipo cultural.
Ahora se ha conocido que un tribunal administrativo de Grenoble, en el sureste de Francia, ha ordenado a una pequeña localidad de la región de Alta Saboya la retirada de una estatua de una virgen de un parque, ya que considera que viola la ley de laicidad del país, que prohíbe símbolos religiosos en espacios públicos.
Ante el incumplimiento de esta primera sentencia – indica ese medio de información – , el tribunal de Grenoble ha dado ahora tres meses al ayuntamiento de Publier para que se retire la estatua de mármol, que costó 35.000 euros a los contribuyentes. De no cumplir con la medida, deberá pagar 100 euros de multa por cada día de demora.
El alcalde de la localidad, Gaston Lacroix, que no está afiliado a ningún partido, ya ha dicho que tratará de buscar un emplazamiento privado para la estatua.
El tema de los símbolos religiosos en lugares públicos chilenos, que generan gastos a los municipios, ha sido abordado por Oscar Sánchez, en la última edición de nuestra revista “Iniciativa Laicista”, a través del artículo “La cruz del cerro”, y es un buen punto de partida para cualquier reflexión chilena relativo a lo determinado por el tribunal francés.